Desde el Hotel Solymar, situado en una ubicación privilegiada te invitamos a descubrir una ciudad que lo tiene todo. Visita sus callejuelas, siéntate en una terraza con vistas y déjate llevar por el encanto del sur, Málaga te recibirá con los brazos abiertos.

Pasear por Málaga es como caminar por un libro abierto de historia. Calles empedradas, fachadas con siglos de vida, iglesias escondidas y miradores que te roban el aliento.

Nada como comenzar el día con un paseo por la Playa de La Malagueta, a tan solo unos minutos del hotel. Sol, brisa marina y un ambiente relajado que te hará olvidar el reloj.

Visita el Jardín Botánico La Concepción, un oasis tropical lleno de paz. O si prefieres aventura, el famoso Caminito del Rey te espera con sus pasarelas colgantes y paisajes de vértigo. 

Para ir de compras la elegante Calle Larios es ideal desde firmas conocidas hasta boutiques locales. A pocos pasos, el Muelle Uno combina tiendas, arte y gastronomía junto al mar, con el Palmeral de las Sorpresas como telón de fondo.

Pocas ciudades pueden presumir de un legado tan diverso. Desde la  la Alcazaba, con sus vistas privilegiadas sobre el Mediterráneo, hasta las callejuelas del centro histórico, Málaga ofrece un recorrido por siglos de historia. No puede faltar una visita a la Catedral de la Encarnación, conocida como “la Manquita”, ni al Teatro Romano, testigo del pasado imperial de la ciudad.

Los amantes del arte encontrarán en el Museo Picasso Málaga un homenaje imprescindible al genio que nació en estas tierras, así como en el Centre Pompidou o el Museo Carmen Thyssen, espacios vibrantes de creatividad contemporánea.

Málaga vibra durante todo el año con celebraciones que combinan historia, arte y alegría. Desde la solemnidad de la Semana Santa hasta la explosión de color de la Feria de Agosto, cada fiesta es una muestra auténtica del alma andaluza.

El flamenco resuena en calles, especialmente en ferias y eventos como la Noche de San Juan o el Festival de Cine. Y en Navidad, la ciudad se ilumina con una magia especial que la convierte en un destino único también en invierno.